Antes de iniciar cualquier trabajo de restauración en su carruaje hay que tomar una serie de decisiones importantes que pueden afectar, no solo a aumentar el nivel de admiración o rechazo frente a otros aficionados del enganche, sino que también pueden afectar directamente a la integridad de la propia pieza y a la seguridad de los que viajan en ella.
Por este motivo, antes de iniciar cualquier trabajo de restauración es muy importante determinar el estado real del carruaje y la funcionalidad final que queremos que tenga: ¿se va a exponer en un museo o en una colección privada? ¿participará en exhibiciones y/o competiciones de enganche? ¿realizará recorridos por caminos bien pavimentados o también campo a través? Las respuestas a estas y otras preguntas determinarán en gran medida el alcance y calidad de los trabajos de restauración necesarios.
Sea cual sea la respuesta, lo primero que deberíamos hacer antes de iniciar cualquier trabajo es determinar la integridad estructural del carruaje mediante la inspección de un miembro de alguna entidad de prestigio (como Carriage Association of America) o de un experto restaurador que nos ayude a establecer el alcance de las reparaciones necesarias para obtener los mínimos de seguridad necesarios para la funcionalidad que le queremos dar al vehículo. Se saben de casos de ruedas que se han roto durante una exhibición o ejes que se han partido por el estrés provocando graves accidentes, por lo que es esencial que nuestro carruaje sea examinado cuidadosamente para encontrar cualquier punto de debilidad estructural que pueda poner en peligro a sus ocupantes.
Algunos consejos iniciales podrían ser probar la solidez de las lanzas, varas, ejes, etc. apoyándolos sobre unos soportes y sentándose sobre ellos o haciéndolos rebotar. También recuerde examinar cuidadosamente la solidez del tren inferior buscando cualquier síntoma de putrefacción en las partes de madera y/o oxidación en las partes metálica, teniendo especial atención a los síntomas de corrosión o cualquier otro tipo de deterioro en los pernos, tornillos y cualquier otro herraje metálico.
Aunque algunas de estas tareas pueden ser realizadas por el propietario, es más que recomendable que confiemos este tipo de inspecciones a un profesional con el equipo y experiencia necesarios. No solo nos ayudará a determinar con exactitud el nivel de restauración y su grado de urgencia sino que, realizadas de forma periódica, nos ayudarán a mantener la seguridad en todo momento tanto de nuestro carruaje como de sus ocupantes.
En Carruajes Romero estaremos encantados de ayudarle a realizar un primer examen visual del estado de su carruaje antes de realizar cualquier trabajo de restauración basándonos en el rigor y la excelencia característicos de nuestra actividad, y si lo desea, podemos ofrecerle nuestro servicio de conservación compuesto de diferentes protocolos de actuación para el mantenimiento preventivo de las colecciones de nuestros clientes que pueden llegar a incluir, entre otros puntos, cursos para el personal de limpieza y mantenimiento.
